NARVÁEZ [JOSÉ] FRANCISCO
N. Porlamar, Edo. Nueva Esparta, 4.10.1905
M. Caracas, 7.7.1982
1. VIDA Y OBRA
Escultor y pintor. Hijo del ebanista y alarife José Lorenzo Narváez y Vicenta Emilia Rivera. Su padre era conocido por sus tallas decorativas realizadas en la Iglesia del Valle del Espíritu Santo de La Asunción y por la construcción del faro de navegación de Porlamar (Edo. Nueva Esparta).
Su aprendizaje inicial se basó en las prácticas del taller de su padre (1912-1921). Se interesó por la figura humana y copió en tiza los santos restaurados por su padre, realizó retratos de sus familiares y probó materiales como la greda para modelar figuras. Ayudó a su padre en los trabajos de reconstrucción y restauración de la Iglesia de San José de Orocual (Edo. Monagas), para lo cual repintó las figuras y talló las partes faltantes de algunas imágenes religiosas. En 1916 participó en una exposición de artesanía en Cumaná con una talla de muebles en miniatura y recibió un diploma de reconocimiento.
Posteriormente se le encargó un San Rafael para la Iglesia de Carúpano, a partir de un solo bloque de cedro; esta figura, según el artista, se conservaba en la Iglesia aún en 1968.
Hacia 1920, talla en madera una imagen del Niño Jesús para las hermanas carmelitas del hospital, que llama la atención del monseñor Sixto Sosa, obispo de Guayana, quien le sugiere que estudie en Caracas, le consigue el permiso de su padre, le paga el pasaje y gestiona una beca para que estudie en la Academia de Bellas Artes.
En la Academia recibió clases de dibujo, pintura, escultura, paisajes, anatomía y composición; sus profesores de escultura fueron Ángel Cabré i Magrinyá, Cruz Álvarez García y Pedro Basalo, y entre sus condiscípulos estaban Gregorio García, Eduardo Francis, Rafael Rosales y Tomás Golding, entre otros.
En 1924 obtiene diplomas de honor en la Academia en pintura y escultura. Para esa fecha conoce a Arturo Uslar Pietri, Alfredo Boulton y Andrés Eloy Blanco, quien le dedicó versos de Poda cuando el artista realizaba la maqueta para la tumba de su padre, que no se llevó a cabo.
En septiembre de 1925, las esculturas del artista aparecen en un reportaje gráfico en la prensa. Narváez finaliza sus estudios en 1928, viaja a Margarita para pintar motivos marinos y obtiene algunas lajas de piedra, de las usadas para pavimentar patios, en las que esculpe relieves. Realiza su primera muestra individual ese año en el Club Venezuela (Caracas), en donde expone 60 pinturas y 12 relieves.
Viaja a París en 1928, se inscribe en la Academia Julian, donde fue discípulo de Pierre Landowsky y Bernard; y asiste al taller del escultor François Pompon.
Instala un taller en las afueras de París y, entre otros trabajos, esculpe Vendedora de Pescado (Pescadora, según Boulton, 1981) en piedra de París, con la que participa en 1930 en el Salón del Grand Palais en los Campos Elíseos; la pieza fue comentada por el periódico L´Art Vivent. Inicia un período en el que las figuras indígenas, las frutas tropicales, los colores intensos y los temas exóticos predominan de manera notoria. Envía algunas obras a Caracas que son exhibidas en el Club Venezuela (Caracas, 1930), que la prensa calificó de “nativistas”. Al año siguiente participa en el Salón de los independientes en París. Los motivos criollos de su época parisina, cultivada y enriquecida después en Venezuela en 1931, permitieron al artista experimentar con los volúmenes así como con materiales locales como la piedra o la madera.
A su regreso instaló su taller en el Barrio Obrero de Catia, que funcionó hasta 1943, y que con el tiempo se transformó en centro de reunión de artistas e intelectuales. En 1934 expuso esculturas, óleos y acuarelas en el Ateneo de Caracas.
Hacia 1932 y 1933 realiza el grupo escultórico de la fuente del Parque Carabobo (fechado por Boulton y Rafael Pineda en 1934), antigua Plaza La Misericordia; este grupo, vaciado en piedra artificial, fue su primera obra integrada al urbanismo y, para Boulton, es la máxima expresión del trabajo nativista del artista, además de ser un hito pues marca una nueva forma de tratar el desnudo en la escultura venezolana. Señala Bélgica Rodríguez que, ya en la fuente del Parque Carabobo, se aprecia la estructuración casi geométrica de la figura como forma única que caracteriza la obra de este artista. En 1934, Arturo Uslar Pietri lo insta a realizar cuatro trípticos murales de temas populares para el harás de los hermanos Gómez; estos frescos se perdieron luego de la muerte del General Juan Vicente Gómez (1935), y reaparecieron en 1987, cuando fueron restaurados y exhibidos en el MACC en una exposición en homenaje a Boulton.
En 1936 ingresa como profesor de escultura y modelado a la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas; ese año realiza relieves para las tumbas del poeta Luis Castro y de la familia Guruceaga, en el Cementerio General del Sur (Caracas). Entre 1935 y 1938, Carlos Raúl Villanueva le encarga relieves en piedra artificial para las fachadas del MBA y el Museo de Ciencias; en el primero, inaugurado en 1936, realiza tres relieves en los que representa figuras femeninas alegóricas a la pintura, la escultura y la arquitectura; y para el segundo, inaugurado en 1938, realiza motivos ornamentales y tres relieves, uno en la fachada principal, que representa un grupo de mujeres con frutos de la tierra, y dos en las fachadas laterales (llamados por Boulton El hombre y La mujer).
En 1939 realiza un grupo escultórico en piedra artificial para el CIV (fechado por Pineda entre 1936 y 1937). Ese año participa en la Feria Mundial de Nueva York, con cinco esculturas en caoba africana, junto a pinturas de Luis Alfredo López Méndez; cinco piezas de las que sólo se conservan cuatro, Cacao, Perlas, Frutas y Café. Cacao y Perlas fueron ubicadas posteriormente en el Liceo Fermín Toro y Frutas y Café en el Liceo Andrés Bello.
En 1940 participa en una exposición colectiva de artistas latinoamericanos en el Museo Riverside de Nueva York y recibe el Premio Oficial de Esculturas en el I Salón Oficial por su obra Figura decorativa (colección GAN).
En 1941 realiza La Educación, relieve en piedra artificial para la Escuela Francisco Pimentel y, en 1942, un relieve alegórico para la fachada del antiguo Museo Bolivariano, ubicado en la esquina de Pajaritos (fechado por Pineda entre 1936 y 1937). Ese año obtiene el Premio John Boulton en el III Salón Oficial con Negra (Barlovento) (colección GAN).
Entre 1943 y 1944 realiza La patria, elaborada en piedra artificial para el patio de la Escuela Militar de Venezuela y un altorrelieve para el auditorio. En La patria, con una muy personal resolución del motivo, consiguió que la valoración de formas y volúmenes imperara sobre el tema.
En 1943, Villanueva, encargado de la remodelación de la Urbanización El Silencio, lo comisiona a realizar dos grupos escultóricos ara adornar la plaza principal; Narváez se basa en una antigua leyenda margariteña y realiza Las toninas, dos fuentes en piedra artificial ubicadas en la Plaza O´Leary (entonces Plaza Urdaneta). Años después, Villanueva lo llama a colaborar nuevamente en el proyecto de la integración de las artes de la Ciudad Universitaria, para lo cual realiza cartones para varios murales en cerámica, entre otras obras: Retrato de María Luisa Tovar (Instituto de Medicina Experimental e Instituto Anatómico José Izquierdo, 1949-1950), La Ciencia (piedra de Cumarebo, Instituto Anatómico José Izquierdo, 1950), La educación (piedra de Cumarebo, Instituto de Medicina Experimental, 1950), Ascensión (pintura mural, capilla del Hospital Universitario, 1950), la fachada en cerámica esmaltada y el techo del comedor universitario (1951; mutilada la primera y cubierto el segundo en los trabajos de remodelación de 1982), el Retrato de José Gregorio Hernández (bronce, Instituto de Medicina Experimental, 1953), un mural en madera para la biblioteca Henry Pittier del Instituto Botánico (1956), Torso (madera, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 1956), Forma (madera, Hospital Universitario) y El atleta (piedra de Cumarebo, Estadio Olímpico, 1951). El atleta marca un punto culminante en su proceso de depuración; la figura, muy estilizada, está resuelta con grandes planos geometrizados y esquematizados, y se aleja del realismo figurativo de sus piezas anteriores. En 1948 obtiene el Premio Oficial de Pintura del IX Salón Oficial.
En 1953 viaja a Italia, se residencia durante seis meses en Pistoia, donde funde la estatua ecuestre del general Rafael Urdaneta, originalmente destinada a la Plaza de El Silencio, hoy en la Plaza Candelaria.
El diario La Nazione de Florencia, Italia (2 de febrero de 1952) comentó que el monumento tenía “solidez de formas, redondez y plenitud de caracteres”. Regresa al país también con otra obra, la Estatua en bronce, inicialmente ubicada en la terraza de la Biblioteca de la UCV, actualmente en la Plaza del Rectorado. Esta pieza es un ejemplo de las llamadas “formas nuevas” que empieza a trabajar ese año, en las que la figura humana estilizada, lograda con economía, se modificaba debido a tensiones internas de la masa, de manera que la anatomía se transformaba en referencia visual; Calzadilla insiste que estas formas no son abstractas y que toda la obra del escultor se asocia una concepción humanística de la forma.
En 1953 asumió la dirección d la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (cargo que desempeñó hasta 1956). En 1954 realiza una exposición en la Sala Mendoza, donde presenta las llamadas “formas nuevas”; representa a Venezuela en la XVII y XVIII Bienal de Venecia (1954 y 1956), en la primera con sus 14 esculturas y la segunda con tres.
En 1955 participa en la Bienal de São Paulo y, en 1958, en la Feria Internacional de Bruselas junto a Jesús Soto.
En 1962 participa en la exposición itinerante “Venezuela y su paisaje”, organizada por la Fundación Fina Gómez en El Havre (Francia),Ginebra (Suiza), Barcelona (España), Madrid y París. Los trabajos de los años sesenta adquieren la rigidez, textura y oquedades del material, elementos que pasan a ser primordiales en sus trabajos posteriores; es notoria la investigación de las concavidades que ofrece el material trabajado, que destaca en la exposición de 1966 en la Sala Mendoza, año en que participa en el XXVII Salón Oficial, en el cual es reconocida su obra pictórica; asimismo talla Figura acéfala en samán blanco, destinada al BCV, cuya versión en bronce de 1981 forma parte de la colección GAN. Ejemplo de la investigación de los cóncavos es La ronda (1967) , fuente realizada para la Avenida Santiago Mariño de Porlamar (Edo. Nueva Esparta), llevada luego al estacionamiento del Hotel Bellavista de esa ciudad, y posteriormente a la Plaza Bolívar.
En 1969 talla una Virgen de Coromoto que el gobierno venezolano regaló al Estado de Israel, hoy en la Basílica de Nazaret, en Jerusalén.
En 1970 empieza a trabajar los Ochavados, en los que se aprecian las marcas y señales premeditadas de la acción del tallar (ochavar); estas piezas son, para Ariel Jiménez, un momento de ruptura poco comprendido, debido a lo tosco y abigarrado de las piezas, y representan una batalla entre el artista y la forma: “en la acumulación de planos, cortes, de fragmentos toscamente reunidos unos con otros, surgen las figuras grotescas que parecen dibujarlo, más bien desdibujarse, pues de eso se trata, de romper definitivamente en lo más íntimo de la obra con todo posible recuerdo de la figura humana” (1988, p.1).
En 1972 fue invitado de honor de la I Exposición Nacional de Artes Plásticas en el MBA y, en 1973, participó en la II Bienal Internacional de Pequeña Escultura en Budapest con 20 piezas.
Para 1976 realiza serigrafías, técnica que le permitió obtener colores planos. El artista se encontraba en una transición en su producción bidimensional. Ese año fueron restaurados Café y Frutas para la exposición antológica “Trayectoria de Francisco Narváez”, realizada en el MACC.
En 1978 representa a Venezuela en la “Exposición Internacional” en el Grand Palais de París, junto a Héctor Poleo y Armando Reverón.
En 1980 Roger Morffe dirige un cortometraje documental de tres minutos sobre la obra de este arista, titulado Narváez. Ese año dona 35 esculturas, 1 pinturas 4 serigrafías al Museo Francisco Narváez, inaugurado el año anterior.
En 1981 fueron restauradas Cacao y Perlas, su deterioro y mal estado de conservación produjo una polémica en la prensa en la que se cuestionó el valor que las instituciones educativas daban al arte. Ese año instala una pieza de dimensiones monumentales en Amuay (judibana, Edo. Falcón), llamada Energía – El gran volumen por Alfredo Boulton –, hoy El gran volumen/energía (400 x 390 x 90 cm), obra concebida como un volumen dinámico, en el que se buscaba crear la sensación de giro de unas aspas de piedra con el contraste de la línea inclinada frente a la recta.
En 1982 realizo otra escultura de grandes dimensiones para la Estación La Hoyada del Metro de Caracas, llamada Armonía de volúmenes y espacio. Luego del fallecimiento del artista en 1982, sus familiares crearon la Fundación Francisco Narváez.
Como escultor, utilizo una amplia gama de técnicas y materiales que acabaron el tallado en madera (caoba, vera, apamate, pardillo, ébano, carao, guayacán, cartan, saman, cují, amaranto, roble, cedro y vera), piedra (de Araya y de Cumarebo), mármol de Puerto Cabello, piedra artificial y el vaciado en bronce. En la talla directa y, en casos excepcionales como la figura-torso del BCV, utilizó añadidos para obtener una policromía de tonos distintos de los diversos bloques de material.
Boulton realizó una periodización para el estudio de la obra del artista que se basa en las variaciones de su producción: un período inicial, criollista, denominado “primeras formas” (1928-1951); un segundo período en el cual priva la estilización de la esencia figurativa, el de las “formas nuevas” (1951-1966), y un último período de volúmenes geometrizados, llamado “volúmenes” (1970-1981).
Sobre su obra, comenta Juan Calzadilla: “Narváez es un escultor de volúmenes rotundos y sólidos. Pocas veces se ha interesado por la espacialidad interna de la obra y por vaciar la forma a la cual presenta siempre en piezas extensas formando bloques macizos de una o dos secciones, generalmente de apariencia monumental. La monumentalidad es una de sus características, por cuanto los volúmenes llenos y compactos requieren a menudo ser vistos a gran distancia, incorporados casi siempre al paisaje” (1981). Para este crítico, la importancia de la obra de Narváez va más allá de su trabajo escultórico, pues señala que fue precursor de nuevos lenguajes en la pintura, que desempeñó una actividad docente renovadora y que, además, se perfiló como el primer escultor que integró su obra al urbanismo. De Narváez, la GAN posee en su colección esculturas, pinturas y una maqueta escultórica.
EXPOSICIONES INDIVIDUALES
1928 – Club Venezuela, Caracas.
1930 – Club Venezuela, Caracas.
1934 – Ateneo de Caracas.
1953 – MBA.
1956 – “Formas nuevas”, Sala Mendoza.
1957 – “Raíces”, Sala Mendoza / “Formas nuevas”, Centro de Bellas Artes, Maracaibo.
1959 – Sala Mendoza.
1961 – Sala Mendoza.
19644 – Sala Medoza.
1966 – “Esculturas, pinturas”, Sala Mendoza.
1968 – Inciba, Porlamar; Edo. Nueva Esparta / Galería de Arte Moderno, Caracas.
1970 – “Maderas y piedras ochavadas de Francisco Narváez”, Sala Mendoza.
1971 – Galería Framauro, Caracas.
1972 – “Bronce cromado”, Galería Antañona, Caracas / Galería Framauro, Caracas / Galería Gaudí, Maracaibo.
1973 – “Gráficas”, Galería Arte/Contacto, Caracas.
1974 – «La trilogía”, Galería Arte/Contacto, Caracas.
1976 – “Trayectoria de Francisco Narváez”, MACC / “Esculturas en bronce”, Galería Marlborough, Nueva York / “Bronces bruñidos”, Galería Arte/Contacto, Caracas / Galería Gaudí, Maracaibo.
1977 – Capilla de San Ponziano, Palacio Comunal, Spoleto, Italia / Instituto de Cultura Italo Latinoamericano, Roma.
1978 – Galería Sen, Madrid / Galería Arte/Contacto, Caracas / CIV, Puerto Ordaz.
1979 – Dade Public Library System, Miami, Florida, Estados Unidos / Instituto Zuliano de la Cultura, Maracaibo / Galería Rafael Monasterios, Maracay.
1980 – “La colección Narváez”, Sala Cadafe / “El volumen y su huella”, Museo Francisco Narváez / “Esculturas, pinturas, dibujos”, Galería Alirio Rodríguez, Caracas / “Francisco Narváez en la colección GAN”, GAN.
1981 – “Varias etapas”, Galería Siete Siete, Caracas / “Vision de Narváez”, Casa del Rectorado, USB.
EXPOSICIONES PÓSTUMAS
1982 – “Homenaje a Francisco Narváez”, GAN.
1988 – Galería Freites, Caracas / “Todos los tiempos de Narváez”, Galería Municipal de Arte, Maracay.
1992 – “Figuras, formas y volúmenes”, Galería de Are Acaso, Valencia, Edo. Carabobo.
1993 – “Hitos de una trayectoria”, MAVAO / “Hitos de una trayectoria”, Museo Francisco Narváez / “Hitos de una trayectoria”, Sala Sidor.
1995 – “Narváez” o la aventura de las formas”, MRE.
1997 – “Gabinete Narváez”, Fundación Francisco Narváez, Caracas.
1998 – “Narváez, una colección”, Fundación Daniela Chappard, Caracas.
2000 – “Narváez”, Los Espacios Cálidos.
PREMIOS
1940 – Premio Oficial de Escultura, I Salon Oficial.
1942 – Premio John Boulton, III Salón Oficial.
1948 – Premio Oficial de Pintura, IX Salón Oficial.
1963 – Primer premio, IX Salón Julio T. Arze.
1964 – Premio de escultura, X Salón Julio T. Arze.
MONUMENTOS PÚBLICOS
Armonía de volúmenes y espacio. Estación La Hoyada, Metro de Caracas / Cristo, Seminario San José, El Hatillo, Edo. Miranda / El atleta, estadio Olímpico, UCV / Escultura en piedra de Cumarebo, Bulevar La Asunción, La Asunción / Estatua de Fermín Toro, Liceo Fermín Toro, Caracas / Estatua ecuestre del general Rafael Urdaneta, Plaza La Candelaria, Caracas / Estatua en bronce, Plaza del Rectorado, UCV / Gran volumen/energía, Judibana, Edo. Falcón / Homenaje a Raúl Leoni, Bulevar Raúl Leoni, El Cafetal, Caracas / La ciencia, Instituto de Medicina Experimental, UCV / La educación, Instituto Anatómico José Izquierdo, UCV / La patria, EFOFAC / La ronda, Plaza Bolívar, Porlamar, Edo. Nueva Esparta / Las toninas, Plaza O´Leary, Caracas / Virgen de Coromoto, Basílica de Nazaret, Jerusalén.